MICROSOFT Y NOKIA ¿Tiene sentido?
Por José Barreto
Hay un rumor diseminado por la Red. El bloguero ruso Eldar Murtazin, lanzó la primera piedra y dijo que la gigante Microsoft va a comprar a Nokia, el principal productor de móviles del mundo, por unos 19.000 millones de dólares. El rumor fue recogido por otro rankeado bloguero en Estados Unidos conocido como Boy Genius. Y, entonces, se desataron las especulaciones. Inclusive, las ‘malas lenguas’ de la Red se atreven a vaticinar que Microsoft haría el anuncio en una semana. ¿Pero tendría realmente sentido una operación de este calibre?
La alianza intentaría evitar que ambas compañías queden marginadas por completo ante el éxito de sus competidores, Apple y el sistema operativo para móviles de Google, Android. El rumor se presenta luego de la alianza estratégica que Microsoft y Nokia consolidaran en el tema del sistema operativo Windows Phone 7 y el buscador Bing para los dispositivos de Nokia.
De concretarse la movida entre ambos gigantes relegados, esta tendría toda lógica, si se tiene en cuenta que la finlandesa, número uno del mundo en fabricación de teléfonos celulares, atraviesa una mala racha de pérdida de participación en el mercado. Además, enfrenta una fiera competencia en el segmento de los teléfonos inteligentes, no solo por parte de otros fabricantes, sino de otros sistemas operativos, como iPhone y Android, que le han quitado parte importante del pastel al sistema Symbian que utiliza Nokia.
Es tan compleja y delicada la situación de Nokia que su presidente, Stephen Elop, comparó la crisis de su compañía con una plataforma petrolera en llamas de la cual hay que saltar como única solución para salvarse y para tener un cambio radical en el comportamiento y en la forma de ver las cosas.
¿Repercusiones? Por supuesto. El solo rumor de que Nokia sería comprada por Microsoft hizo repuntar sus acciones en la bolsa de valores de su país. Este panorama (favorable) es distinto al que se dio cuando ambas compañías se aliaron para compartir tecnologías hace ya algún tiempo. En esa oportunidad, el mercado extranjero consideró que la salida no fue lo suficientemente arriesgada como para combatir una situación tan delicada como la que atraviesa la firma finlandesa.
Pero Microsoft tiene mucho que ganar. Si la amalgama con Nokia se concreta, resultará más como un triunfo “personal”. Microsoft ahora sí tendría posibilidades de competir fieramente por los primeros lugares en el negocio de los teléfonos celulares, al cual llegó cuando ya estaba maduro y donde su archienemiga, Apple, le ganó la partida.
Claro está que llegar tarde no significa estar en desventaja, pues está comprobado que si bien la gigante del software no siempre es pionera, aprende de los errores de los demás y se lanza con todo a perseguir el liderato del segmento de turno. ¿Un ejemplo? Su repunte en la rama de las consolas de videojuegos, mercado al cual llegó tarde, pero que hoy –gracias a Xbox– le representa cuantiosas utilidades a la compañía y una presencia importante en ese mercado.
Y cabe decir que los de Microsoft deben tomar el toro por los cuernos. Nokia está a precio de regalo. Eso podría ser suficiente excusa para atraer la atención de cualquier taimado rival. Por eso tampoco es de extrañar que Wall Street lleve tanto tiempo elucubrando que uno de los interesados podría ser Microsoft, que no termina de dar con la fórmula para recuperar el paso en la nueva era digital.
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