viernes, 1 de julio de 2011

Kenji Fujimori, presente

Buenos resultados para otro miembro de la familia fujimorista.

La reivindicación del Fujimorismo no solo se quedó a nivel presidencial.

La historia se repite: Keiko fue primero y ahora le tocó el turno a Kenji. Con el número tres y representando al partido Fuerza 2011, Kenji Fujimori es el virtual candidato más votado para el Congreso en Lima. ¿Cómo alguien sin experiencia política, que tan solo se sabe de él un pasado inmaduro, incluso deporable acompañado de su perro Puñete podría llegar a ser el Presidente del Congreso?

Se verán distintas razones por la que el hijo menor de la familia Fujimori ha llegado a representar al pueblo peruano.

El peso del apellido

Según el politólogo estadounidense Steven Levitzky, alguien con el nombre de Fujimori, alguien con la sangre de Fujimori, simplemente desencadena en un voto simbólico a favor de la continuación del Fujimorismo, y no por Kenyi en sí mismo.

Para la gente de bajos ingresos, sobre todo del sector E, Alberto Fujimori representa el mejor presidente que ha tenido el Perú. La hiperinflación y la presencia de Sendero Luminoso golpearon a todo el país, pero sin duda los que llevaron la peor parte fue aquel electorado desposeído, poco educado. Y lo que este solo recuerda del Fujimorismo es que trajo la estabilidad económica y la seguridad ante el terrorismo.

Como indica Enrique Chávez, periodista de la revista Caretas: el  triunfo de Kenyi se debe al peso dinástico de los Fujimori, a esa red social asistencialista, populista. De esta manera la identificación con el padre, con aquel político que iba y tenía contacto constante con la gente más pobre ha sido imprescindible para el hijo menor de la familia Fujimori y , por ende, la obtención de su curul.

La experiencia no importa

Al ver la hoja de vida de Kenji Fujimori, señala que es agrónomo de profesión y que pertenece a empresas como Mak Force, la cual brinda servicios de seguridad y vigilancia privada, ocupando el cargo de Gerente General. Además señala que está en LimaAndina como Director, empresa que sirve como agente logístico de comercio internacional, entre otras. Pero ¿experiencia política?

“Es un chiste, es lamentable, es otra razón por la que la gente no toma en serio el Congreso”. Para Levitzky esto es lo que refleja el currículum vitae de Kenji, pero sobre todo un fuerte motivo para justificar su actual victoria como el candidato más votado. “El Legislativo no tiene prestigio, es visto como débil, por no decir un circo como muchas veces ha sido calificado” agrega el politólogo.

Según Levitsky, como se tiene esta visión de que el Congreso no hace nada, la gente se da el lujo de darle un voto simbólico: “Si la gente realmente creyera que el Congreso realmente sirve par algo, tal vez lo pensarían dos veces”.

La debilidad de las instituciones democráticas, hace que la gente pierda confianza en ellos y se inclinen por alguien que  pueda que no tenga experiencia, pero al menos le ofrezca algo. Los pobres se hacen más pobres y no sienten este crecimiento económico, haciendo que su descontento se vea reflejado en los resultados actuales.

Lo mismo ocurrió en el año 2006. Keiko Fujimori también fue la más votada para el Congreso y sin embargo, solo cinco propuestas de ley fueron aprobadas en sus cuatros años de labor como parlamentaria, además de su destacada ausencia con más de 400 inasistencias según el registro de asistencia del Congreso.

A continuación un cuadro que explica la poca la confianza en las Instituciones  Democráticas ubicando al Péru en el puesto más bajo. Sacado del Informe anual del Latinobarómetro 2010.




Solo candidatos

Si Kenji se ha ganado una curul, no es solo por su acercamiento a los asentamientos humanos traducido en: la donación de dos sillas neurológicas a pequeños con parálisis cerebral o de cocinas semi-industriales.

 La raíz de esta victoria se debe a que en el Perú no hay un sistema de partidos. “Acá es al revés, primero es el candidato y luego las propuestas” señala Chávez. De igual manera piensa Levitzky y agrega que para construir un partido de verdad debe haber solidaridad, mística, una subcultura y en el caso de Kenyi, el fujimorismo es hoy por hoy el partido más fuerte.

La militancia del fujimorismo se ha consolidado. Y eso se puede confirmar en los resultados de la primera vuelta, en el que Keiko ha ganado gracias al voto duro del Fujimorismo. Lo ideal sería la combinación de ideología más partido, pero aquí lo que ha funcionado es ideología más candidato.

La ideología del Fujimorismo radica en el pensamiento de que lo que sucedió en los ochenta-noventa fue una guerra donde el Estado defendió una nación; y las Fuerzas Armadas y la Policía fueron los héroes de esa guerra, los que salvaron el país.

 Kenyi ha ganado gracias a esa militancia, gracias a esa gente que siente que se ha cometido una injustita contra el Fujimorismo. Es una expresión de apoyo para esa tendencia. En cambio, para el votante común de clase media, para aquella gente que no está enamorada de Alberto Fujimori, la idea de que su hijo pueda presidir el Congreso es una burla debido a su improvisada candidatura, su falta de experiencia política.

“La construcción de partidos es clave y no existe. El APRA ya no tiene aquella mística. Toledo, Castañeda, Susana Villarán son claros ejemplos de que su “partido” se traduce solo en candidatos” dice el politólogo. Lo que da a entender que sin ellos el partido desaparece.

 De existir un sistema de partidos, la competencia y los resultados fueran otros. Los partidos echan raíces cuando tiene una generación de militantes que realmente creen en algo, que tienen una identidad. Por consiguiente, la persistencia del Fujimorismo seguirá mientras haya un sector de pobreza y el concepto de democracia siga siendo débil en el Perú.

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