sábado, 2 de julio de 2011

El precio de la diversión

Autoridades y administradores deben transmitir seguridad en las discotecas

En la madrugada del miércoles 10 de junio,  la discoteca “Tonga” del distrito de Los Olivos se tiñó de sangre luego de que un tiroteo cobrara la vida de Patricia Solis, una cliente del local y de Macquiber Cabellos Bazán vigilante de este mismo centro de diversión.

Juan Rubén Oporto Valdivia, principal sospechoso de haber desatado la balacera,  habría cometido el delito por venganza, según la  Policía.  Se sostiene que él y sus acompañantes regresaron al local luego de discutir con una mesera, quien les había dicho que su billete de 20 soles era falso. Luego los llevaron a un cuarto donde los golpearon y despojaron de sus pertenencias.

¿Qué es lo que hizo la justicia? Pues dejar libre a los presuntos sospechosos del crimen, a Rubén Oporto y compañía, a pesar de la declaración de Sindulfo Baldaraga Abarca, testigo y herido de la balacera, quien lo reconoció como el autor del tiroteo.

Otro herido de la balacera, José Rodríguez Bustamante también rindió declaración y señaló al mismo como autor del delito. Sin embargo, ninguna de las declaraciones de los que lograron salvarse importaron.

El rápido trabajo que había hecho la Policía se desmoronó cuando Mirtha Morón Aquije, fiscal adjunta de la Novena Fiscalía Provincial Penal dispuso de su libertad señalando que no había pruebas suficientes.

Según el Gerente de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Lima, Gabriel Prado señalo que para poder evitar más actos de violencia y la delincuencia siga prosperando hace falta que autoridades trabajen conjuntamente, tanto del Ministerio del Interior como con la PNP, trabajando de manera consecuente y se respete la ley.





Otros casos de inseguridad en discotecas

Hace poco en la discoteca “Xander’s”, ubicada en San Juan de Lurrigancho,  el vigilante José Luis Montoya Segura recibió una golpiza de parte de dos jóvenes borrachos, sujetos que este había sacado por causar disturbios en el local. El ataque llegó a su punto máximo cuando el menor de los agresores le incrustó un sacacorchos en la cabeza.
Por otro lado, en la discoteca “Boom” ubicada en la cuadra 25 de la Avenida Próceres de la Independencia, dos sujetos ebrios tiraron explosivos al local porque no los dejaron entrar a divertirse. Sin embargo, a pesar de la violencia con la que actuaron nadie salió herido y solo  hubo daños materiales.

Medidas de seguridad:

Los locales deben ser más responsables en cuanto a la protección a su público, pero es la misma justicia la que debe ser más eficiente y rigurosa haciendo que se acaten las normas de seguridad o se usen dispositivos que puedan aminorar el crimen como: los arcos de seguridad.

 César Ortiz, especialista en seguridad ciudadana y presidente de Aprosec, recomendó a los dueños de las discotecas la instalación de arcos de seguridad en las puertas de estos centros con el fin de evitar el ingreso de personas armadas.

Además,  Ortiz ha señalado que el personal de seguridad de estos locales debe estar presente también en las periferias y con mayor razón tratándose de un boulevard que cuenta con varios centros de diversión.


El riesgo de ser VIP

Frente a esto  ¿Cuál es el punto de vista de la persona que se gana la vida cuidando gente en las discotecas?

El joven con el que hablé, quien prefiere mantener su nombre en reserva,  es un estudiante universitario. Hace un par de años, por motivos económicos, se dedicó a  la vigilancia de centros nocturnos.  Creía que esta tarea no implicaba mayor dificultad, pero la realidad fue otra.  Aparte de los riesgos, no se valora este trabajo.

¿Por qué has trabajado como VIP?
Porque quéria ganar un dinero extra y un amigo que también es VIP me pasó la voz. Me gustó la idea, ya que es un trabajo nocturno y me deja el resto del día libre para asistir a la universidad

¿Donde ha trabajado?
 En Vocé, Capital y Ozono.

¿El peligro más fuerte que hayas enfrentado?
Peleas con arma cortante. Separábamos lo más rápido posible a las personas a pedido del gerente para que no se dieran cuenta los demás de lo que pasaba y los sacábamos del local. Afuera si querían que se maten, nos decía el empresario.

¿Qué medidas de seguridad tomó el local?
Puso más vigilantes después de aquella vez. Te digo en Vocé, pero en los demás no sé.

¿Por qué lo dejaste?
Porque pensaba que era fácil.  Pero me di cuenta que es muy peligroso. Mi famita no quería que trabaje ahí.

A partir de tu experiencia como VIP, ¿qué recomiendas?
Mejor protección a la vigilancia, si bien es pieza fundamental lo ven simplemente como un peón sin importancia cuando es la persona a la cual le confías tu vida. Si él, es decir uno como vigilante, no tiene la confianza suficiente para salir día a día,  con qué  ganas va a proteger la tuya.

Conclusión:

Tanto el público como el personal de trabajo, en este caso el vigilante , tienen derecho a un trato justo, considerado y sobre todo responsable por parte del local. Pero las medidas no deben corren solo por cuenta de ellos,  sino también por parte de la ley, de las autoridades policiales, de un acuerdo de trabajo entre ellas.” Todo eso se tiene que hacer partiendo de un estudio o análisis de riesgo en las discotecas, que no se están haciendo en el país”, refirió Ortiz. 

Estudio que debe enfocarse no solo en casos de mano armada, sino también en casos de negligencia, o falta de responsabilidad por parte de los administradores de los locales, como fue el caso Utopía.



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