Desde hace más de 40 años, varios grupos de filatelistas comparten su arte dentro de las instalaciones de la Casa de Correos en el Cercado de Lima, convertida ahora en la Casa de la Gastronomía. Este cambio hizo que los amantes de las estampillas se reunieran en la espalda del edificio, en plena calle, donde sus colecciones sufren de la intemperie y la contaminación.
A pesar de las dificultades, los filatelistas continúan reuniéndose los domingos desde las 10 de la mañana. Un esfuerzo para preservar un viejo e histórico pasatiempo, que parece ser olvidado por las autoridades culturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario