Un proyecto próximo a convertirse en realidad pero poco analizado.
El 75% de la tierra está compuesta por agua. Sin embargo solo el 0.3 % es agua dulce y está al alcance de nuestras manos. La demás se encuentra almacenada en bloques de hielo y en el mar. Poblaciones que se encuentran en la costa, como las de Lima, observan un sinfín de agua que no pueden beber; agua salada de mar. Allí la desalinización parece ser una buena opción.
A mediados del 2008, el presidente Alan García Pérez anunció con bombos y platillos la inserción del país en un nuevo objetivo nacional; desalinización para consumo de agua potable y riego de zonas agrícolas de la costa del Perú.
García Pérez inauguró el foro Desalinización de mar con estas palabras: "Ya pasó la época en que el agua del mar era sinónimo de ahogamiento y muerte, quiero abrir los ojos de nuestra patria hacia ese objetivo nacional y estoy seguro que en adelante vamos a pensar todos muy seriamente en ese tema", afirmó.
En ese entonces Sedapal afirmaba que este año, 2011, la planta desalinizadora sería entregada. Sin embargo más de 300 mil habitantes de los distritos de Pachacámac, Punta Negra, Punta Hermosa, San Bartolo, Santa María y Pucusana, pobladores que no cuentan con este servicio desde hace más de medio siglo, siguen en la espera.
Esta planta no solo abastecerá a siete distritos del litoral costeño, sino también permitirá ampliar el servicio de agua potable a 24 horas en los distritos de Villa El Salvador y Villa María del Triunfo.
Han trascurrido casi tres años, desde que en julio del 2008 el proyecto fue presentado a la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) por la empresa británica Biwater. Sin embargo esta iniciativa privada fue postergada por procedimientos de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass). En enero pasado ProInversión declaró de interés el proyecto de la planta de desalinización de agua potable para abastecer a distritos del sur de lima.
El alcalde de San Bartolo, Jorge Barthelmess, dijo que este proyecto sería el primer paso para solucionar la falta de agua potable en diversos puntos del país y que el 100% de la inversión de la megaobra estaría a cargo del sector privado. Serían 160 millones de dólares destinados a la construcción de la planta, 60 km de tuberías y 7 nuevos reservorios.
Hoy el megaproyecto denominado “Aguas de Lima Sur II” se encuentra en plena licitación. Es el momento oportuno para analizar a fondo lo que muchos han callado hasta ahora: Impacto ambiental.
Daño ambiental vs el uso de nuevas fuentes
El problema de contaminación ambiental en el país está claramente marcado: grandes empresas y grandes ciudades.
La primera planta desalinizadora, llamada “Aguas de Lima Sur II”, está pronta a construirse .Sin embargo aunque parezca increíble nadie ha hablado del impacto ambiental que traerá consigo.
La especialista en gestión social de recursos hídricos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Dra. María Teresa Oré, subraya la puesta en escena de un proyecto desesperado. “Cuando se quiere desalinizar no se ve otras opciones. Esto contaminará más”, declaró.
Por otro lado, Humberto Chavarry, funcionario de Proinversión , empresa que habilitó el proyecto, sostiene que está iniciativa llena absolutamente todos los requisitos de impacto ambiental.
Asímismo, Sedapal dio el visto bueno para la continuación de lo que llama “megaproyecto”, recalcando que el uso de nuevas fuentes de agua potable es necesario ante el cambio climático que trae la escasez de agua dulce.
¿Desalinizar el agua de mar para convertirlo en agua potable, es la mejor solución?
María T. Oré: Por supuesto que no lo es, lo que están haciendo las autoridades, es taparse los ojos y no ver otras soluciones .Y utilizan la escusa del cambio climático. Nadie habla de optimizar el uso del agua potable.
Proinversión: Si, nosotros hemos analizado el proyecto y cumple con todos los requisitos. Por ello fue declarado de interés. Además la inversión será totalmente cubierta por el sector privado.
¿El medio ambiente ha sido tomado en cuenta?
María T. Oré: Yo creo que no, la desalinización, trae consigo daños irreversibles a largo plazo. El agua que será desalinizada regresa al mar siendo aún más salada. Además se hará uso de energía, otro contaminante más.
Proinversión: Por supuesto, el proyecto cumple con todos los requisitos estipulados en el D.S. 002-2008 MINAN, que califica que un proyecto no trae daño alguno, ni para el medio ambiente ni para la salud de la persona. El mar no será dañado. Se ha hecho un análisis del mar del sur de Lima y no posee un ecosistema sensible.
¿Es cierto que el agua que regresa al mar, contiene niveles saturados de sal?
María T. Oré: La Osmosis Inversa, proceso que será usado para la desalinización, cristaliza el agua, pero los desechos que contienen sales y otras sustancias químicas regresan al mar y causan graves daños al ecosistema marino que son peores con el paso de los años.
Proinversión : La Osmosis Inversa, es el proceso más limpio para desalinizar el agua, lo que regresa al mar contiene un poco más de sal. Sin embargo, tiempo después regresa a sus niveles normales.
¿Desalinizar el agua trae los mismos impactos ambientales que traerlo desde la sierra peruana?
María T. Oré: No, desalinizar el agua es peor, cuando se trae agua de la sierra no se hace grandes cambios en el ecosistema como se pretende hacer creer. Pero, pensar en desalinizar es acrecentar el problema.
Minería y uso de aguas saladas
Una nueva forma de evitar conflictos sociales
La desalinización en pequeña escala fue introducida por las trasnacionales mineras y corporaciones pesqueras en la costa peruana en los 60's. La mina de hierro de Marcona producía su agua potable por desalinización, también la Southern en la refinería de Ilo. Pero esa pequeña cooperación de las mineras a la comunidad no era comparable a la inmensa cantidad de aguas frescas y aguas de mar que contaminaban.
Un área potencialmente apta para una planta de desalinización de alta capacidad es la mina de fosfatos Bayovar en Piura, donde existe una severa escasez de agua fresca.
Grandes minas en Perú han comenzado a utilizar agua del Océano Pacífico debido a la escasez crónica de agua exacerbada por el cambio climático.
Aprovechar el agua del mar en la minería evita depender de los ríos, y evitar enfrentamientos con los agricultores que obtienen su agua de los arroyos en los pueblos montañosos.
"El agua siempre genera conflictos entre las minas y los agricultores, por lo que esta es una buena alternativa porque la fuente es ilimitada", dijo el alemán Arce, quien dirige último gran mina de Perú, Cerro Lindo, propiedad de la minera peruana Milpo.
El agua del océano es gratis, excepto para el transporte y tratamiento. En el Perú existen algunos proyectos de plantas desalinizadoras pero pertenecen a empresas privadas para su propio aprovechamiento, como es el caso de la minera Southern Copper Corporation en el sur peruano.
Pero, aunque la desalinización se ha convertido en una nueva fuente de agua, sigue perjudicando a varias poblaciones del territorio peruano, porque aún los desechos son depositados en algún lugar, en los ríos o en el mismo mar. Consecuencias que son bien conocidas y que se harán más evidentes con el tiempo.
La Desalinización parece ser una buena opción en zonas aridas y aún para la mineria, sin embargo, es necesario que se analice y se ponga sobre el tapete el verdadero impacto ambiental y los beneficios que trae este proyecto.
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