viernes, 24 de junio de 2011

Más de una reacción

Diferentes caras del descontento frente a la economía del país


El domingo 5 de junio la voluntad de gran parte del Perú le dio el sí a Ollanta Humala Tasso para que en los próximos cinco años gobierne el país. Noticia que para muchos de sus votantes significó esperanza, justicia social y como el mismo electo presidente ha dicho más de una vez, de concertación; sin embargo, del otro lado de la moneda están aquellos que mostraron su preocupación por el porvenir de sus empresas, de sus acciones, manifestada en titulares de los periódicos al día siguiente, resumida en la frase: La Bolsa cayó.

El lunes 6 de junio, lunes negro -como fue también catalogado por la prensa- la Bolsa de Valores sufrió su más drástica caída al descender en -12.51% en su Índice General y 12.41% en su Índice Selectivo. Esta caída afectó, con mayor énfasis a las empresas mineras como Sociedad Minera Volcán y Buenaventura, las cuales figuran entre las cinco compañías mayores del país, pero enfatizando que la minería aporta más del 50% del total de las exportaciones.

Esta división de reacciones frente a la economía peruana confirma que este crecimiento económico, del cual las autoridades se jactan decir, no es equitativo. Por un lado está el bolsillo de las empresas que quiere seguir enriqueciéndose a costas de la contaminación y deterioro de lagos y ríos, llegando a perjudicar actividades como la agricultura y ganadería; y por el otro lado, el descontento de aquellos que no gozan de los beneficios que el otro sector sí siente.

Claro ejemplo, es la situación vivida en Puno, que desde antes de las elecciones, se han ido manifestando a través de paros antimineros para rechazar las concesiones mineras que solo favorecen a las transnacionales y en nada a ellos. Y que hasta el día de hoy, siguen manifestándose para que su voz sea escuchada por el gobierno, para que sus intereses también sean cubiertos.

“Los pobres cerrando la carretera. Los ricos han cerrado la bolsa.” Esta frase del periodista Renato Cisneros en el Twitter es una forma de describir las reacciones frente a la realidad económica. Realidad dividida que el electo presidente pretende revertir: “Hoy renuevo mi compromiso con el pueblo peruano de impulsar el crecimiento económico con inclusión social. No se puede decir que el Perú avanza si hay tantos peruanos en la pobreza" señaló Ollanta al saber los resultados oficiales.

Reacción detractora:

No tuvieron que pasar muchos días para que diferentes medios y analistas alarmaran a la gente con la caída de la bolsa y sigan alimentando la desconfianza frente al electo presidente. Alarma que puede entenderse como la protesta de cierto sector que prefiere tener lleno el bolsillo antes que la defensa de la democracia, que prefiere tener asegurada su cómoda posición antes que repetir la historia de un gobierno corrupto.

Este respuesta pide a gritos que se nombre al Ministro de Economìa, pero ¿por qué la exigencia?, ¿por qué la especulación negativa?. Si volvemos al pasado, se podrá uno dar cuenta que la historia fue distinta en los gobiernos anteriores.

Cuadro comparativo


No me parece adecuado arrinconar al presidente electo pidiéndole ministros para ayer. Tampoco pretender que sus nombramientos sean los que exige la derecha tecnocrática y mediática. Pero sí es recomendable en el mediano plazo solicitar garantías en todos estos ámbitos, sin olvidar que la democracia y el buen gobierno son más amplios que el MEF y el BCR” señala el columnista Eduardo Dargent.

Frente a esta declaración solo cabe decir que las palabras crecimiento económico y democracia deben ir de la mano. Asimismo, el economista Javier Abugattás señala que el ‘ruido mediático’ no debe ganar a la esperanza, al cambio que promete una economía más justa y equitativa. Eso es lo que varios esperan que este cambio, esta elección por Ollanta se traduzca en una mejor economía para todos sin descuidar su promesa de inclusión social.
La aparente contradicción política tiene una clara explicación en la economía. El espectacular crecimiento peruano no llegó a las grandes mayorías y amplió en forma aberrante las desigualdades” señala el economista colombiano Eduardo Sarmiento, al explicar el por qué no se eligió a Toledo, Kuczynski en primera vuelta consolidando el crecimiento económico de los últimos años, dando como ganador a Ollanta Humala, el candidato opuesto al modelo económico imperante .
Y es que para reducir estas desigualdades, y el dinamismo de la economía sea coherente para todos y se pueda explotar la riqueza mineral en plata, oro, cobre, etc, que tantos ingresos genera al Perú se debe “revisar los contratos mineros, elevar los impuestos, movilizar los excedentes ala creación de empresas industriales y agrarias, así como la formalización del trabajo” como Sarmiento señala para que esta racionalización de beneficios tanto en utilidades, salarios y cobertura de necesidades básicas sea justa para cada uno de los peruanos y logre aplacarse el descontento en distintos sectores.

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