lunes, 27 de junio de 2011

Eduardo Villanueva: Los derechos de autor están mal planteados

Especialista en nuevas tecnologías afirma que el sistema de la industria musical debe replantearse para estar acorde con las nuevas exigencias de los consumidores.

Por: Carlos García Lazo

Los avances tecnológicos han hecho que conseguir música, películas y libros sea tan sencillo como hacer clic frente a tu ordenador. Ante esta realidad los defensores de los derechos de autor han comenzado a ver a los consumidores como una amenaza y no dudan en sindicarlos como delincuentes por usar internet para distribuir libremente contenidos propios de grandes corporaciones. Más que una lucha debería ser un debate entre los representantes de las grandes industrias y quienes día a día consumen estos productos que abundan en la red.

El modelo de derechos de autor que tenemos vigente data de hace dos siglos. Viéndolo desde el 2011 ¿Qué tanto ha evolucionado?

Todo el paquete de lo que podemos llamar ‘la propiedad intelectual de obras’ incluye la tradición del copyright y el derecho de autor. Ese sistema funciona hasta mediados de los noventa, cuando las obras siguen teniendo un material de expresión definida: los cds para la música, el cine para las películas. A partir del 2000 la correlación entre la obra y la expresión definida comienza a perderse.

¿Por qué?

Lo que comienza a ocurrir es la aparición de mecanismos de distribución que desmaterializan la forma de expresión. El sistema de derechos de autor fue creado sobre el modelo de una industria que cambió muchísimo, por eso también la agresividad para la sobreprotección de estos derechos, que a su vez implica la defensa de todo un sistema industrial que incluye la venta de música, de libros, películas, etc. Los derechos de autor jamás van a poder cubrir tantas cosas a la vez

¿Hay un problema con el sistema o con la industria?

El derecho de autor fue concebido como una política pública a partir de la demanda de los proveedores. Ahora los consumidores somos un actor del proceso de derechos de autor. ¿Cómo lo hacemos? Presionando, exigiendo. Pero el sistema no nos incorpora. Los consumidores han sido empoderados gracias a las múltiples plataformas de distribución que existen. La propiedad intelectual requiere un replanteamiento profundo para que no privilegie a las corporaciones.

¿Y dónde queda el autor?

Lo que yo percibo ahora es que ahora hay un montón de oportunidades en las que yo como autor podría decir ‘hey, hagamos esto porque los costos son menores y las posibilidades son mucho mayores’. El modelo actual contempla que yo tengo que ceder todos mis derechos. Y ni siquiera estoy hablando de derechos como Creative Commons, estoy hablando de formar parte del proceso de la toma de decisiones de negocios.

Entonces ¿El derecho de autor no protege al autor?

En la tradición anglosajona los autores no han tenido nada que ver con este derecho, sino los políticos. Eso tenía sentido cuando los consumidores no tenían tantas opciones, ahora los consumidores y productores tenemos el poder. Hay oportunidades de plantear otro tipo de relaciones con el derecho de autor y con las industrias en general.

La caída de la vieja industria y las nuevas opciones

Hablemos del modelo que emplea I Tunes. ¿Rompe las barreras de la industria? ¿Gana el consumidor y pierden las industrias?

Sin duda el consumidor sale beneficiado con este modelo porque puede comprar lo que quiere y usarlo como quiere. Los grupos no necesariamente, porque los músicos consolidados venden un montón, pero si un grupo se hace conocido sólo por una canción no termina ganando. Los sellos definitivamente no están favorecidos, el modelo favorece a Apple.

Pero la crisis de la industria afecta a los músicos también

Claro, los actores de la música encuentran pocos mecanismos de producción más allá de un mercado local o Youtube.

¿Los sellos son indispensables en una era con Youtube?

Son indispensables para el modelo que existe ahora. Lo que estamos viviendo es la aparición de un nuevo modelo que va a generar un sistema de consumo distinto. Hay bandas que son un pretexto para armar un videoclip, también hay un gran surgimiento de grupos indies. No todos ellos hacen plata por los videos que hacen.

¿Los actores y los consumidores han usado la tecnología para generar este modelo?

La combinación de oportunidades tecnológicas y una industria que no supo aprovechar la tecnología, unido a las necesidades de los consumidores, han generado un panorama cuya única salida han sido modelos como el de I Tunes.

¿Por eso la industria ve a los consumidores como un peligro?

El riesgo ha sido que por mucho tiempo la industria ha tratado de controlar a los consumidores, enjuiciarlos; a tal punto que se han dado cuenta que resulta contraproducente. El problema es la obsesión con querer mantener las cosas como eran antes, si se hubieran adaptado a la tecnología lo suficientemente rápido y hubieran sido creativos la situación sería diferente. En el caso de la música, están deteniendo la innovación.


Los verdaderos derechos de los consumidores

Respecto al tema legal ¿Por qué siempre buscan al consumidor como responsable?

Las empresas de contenido han optado por defenderse detrás de este enorme sistema legal llamado derechos de autor. En muchos casos es lo más fácil culpar a los consumidores porque están más a la mano. Se debe comprender que un sistema de propiedad intelectual es inviable si un consumidor reproduce una obra por mil. Hay que reconocer que la cultura cuesta.


¿Cuál sería entonces el derecho del consumidor?

No la restricción que hay ahora, pero tampoco bajar todo lo que te dé la gana sin preocuparte si hay que pagar con ello. Debemos encontrar un medio. Yo sí creo que los piratas que te venden libros y discos en la calle tienen que desaparecer porque lucran con la propiedad ajena. También creo que los consumidores deberían tener la opción de comprar uno y usar muchas veces.

¿El problema son los derechos de autor o son los cuidadores del derecho?

Los derechos de autor están mal planteados. Están basados en base a una industria creada en época de escases. Están mal planteados porque hay un problema conceptual de fondo, más allá de quienes lo interpreten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario