La semana pasada se presentó un caso de violencia contra un transexual en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos. Quizá esto no represente nada nuevo en países en donde la mayoría de personas son homofóbicas. Peor aún si consideran a la homosexualidad un delito con pena de cárcel, como en países africanos, o está penada bajo la pena de muerte, como sucede en el Medio Oriente. Pero para aquellos que tenemos algo de consciencia, este un acto totalmente reprochable.
Lo lamentable de este hecho, además del ataque a un ser humano, es el grado de violencia que mostraron las agresoras. Ellas ingresaron al baño del establecimiento de un conocido restaurante de comida rápida, y al ver a una persona homosexual en este, no tuvieron mejor idea que sacarla a golpes. Lo anterior a vista y paciencia de los empleados del local quienes poco o nada hicieron por ayudar a esta pobre persona.
Estas dos mujeres dejaron atrás los gestos de rechazo o indignación y fueron más allá de un intercambio de palabras. Ellas optaron por los empujones, puñetes e incesantes patadas a una persona que ya se encontraba indefensa en el suelo. ¿La razón de tanta violencia? Una discusión en el baño de mujeres.
Al parecer, para estas dos mujeres estadounidenses, autoras de la agresión, un motivo así es tan grave que justifica el atacar salvajemente a una persona hasta dejarla convulsionando y luego huir del lugar.
En nuestro país, el caso más reciente de violencia se dio dos meses atrás cuando el Mohl llevó su acto “Besos contra la homofobia” a la Plaza de Armas. Ahí, un grupo de policías usó la fuerza para desalojarlos sin explicación alguna. Para el Mohl, el hacerlo frente a la Catedral de Lima no fue una provocación directa a la Iglesia Católica, sino más bien, un acto al que toda persona tiene derecho.
En relación a este tema se generó toda una polémica en torno a Phillip Butters, quien en su programa radial aseguró que el también respondería con golpes si esas muestras de cariño se dieran frente a sus menores hijas. El representante del Mohl, le pidió al periodista que se disculpe púbicamente por amenazar con agredir a los homosexuales. Finalmente, Butters, dijo que solo estaba dando su opinión.
Este mes se celebra el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia. Lo que se busca es eliminar todo tipo de violencia en su contra y coincide con el día en que la OMS descartó que el ser homosexual, lesbiana o bisexual represente alguna enfermedad mental.
La violencia y la intolerancia son dos aspectos que no deben de tener espacio en nuestra sociedad. Es más, en favor de su eliminación, debe de haber una sanción para todo aquel que la inicie o promueva. La violencia solo puede generar más violencia y esto no nos llevará a ningún lado. Por el contrario, ayuda a generar rencor y resentimiento del lado de los afectados.
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