sábado, 18 de junio de 2011

El mandato municipal de Susana Villarán

Más de la mitad desaprueba su gestión

A pesar de haber llegado a la alcaldía de Lima como la solución a los problemas de corrupción, seguridad ciudadana y educación, Susana Villarán no ha logrado convencer a la mayoría de ciudadanos. Sin embargo, a la alcaldesa de Lima, no le preocupa su poca popularidad.

Susana Villarán llegó a la alcaldía de Lima representando una nueva alternativa que proponía darle a la capital, y a nosotros, el cambio que tanto hacía falta. Se presentó como la candidata de la “izquierda moderna”, dispuesta a ponerle fin a los malos manejos y a la corrupción imperante.

En los últimos años, la izquierda en el Perú ha tenido poca acogida y se le ha solido vincular al terrorismo y/o comunismo. Por eso la candidata por Fuerza Social fue automáticamente vinculada con ambas posturas y le costó marcar distancia.

Para el sociólogo Carlos Meléndez, la izquierda en el Perú solo ha estado cerca del poder en la década de los 80. Después, las peleas internas llevarían a su división.

Sin embargo, Susana Villarán logra unir varios frentes de izquierda como “Lima para todos” y “Movimiento Nueva Izquierda” para una candidatura en común.

Villarán de la Puente inicia un crecimiento súbito en las encuestas, lo que termina en su victoria frente a su más cercana competidora, Lourdes Flores. Para Eduardo Toche, analista político, “la izquierda encuentra (en Villarán) un espacio que no había tenido en los últimos años”. Hasta el momento, la derecha había sido casi siempre la única opción, y no por eso la mejor.

Sus primeros meses

Lleva más de 140 días al frente de la Municipalidad de Lima y su gestión, por lo menos hasta el momento, deja inconforme a poco más de la mitad de los ciudadanos. Según las encuestadoras más prestigiosas del Perú, en este primer periodo, el índice de aprobación de la alcaldesa ha ido disminuyendo gradualmente mes a mes.

Si bien es normal que reciba críticas por su gestión, el descontento se ha generalizado con el paso de los días. Al término de los cien primeros días el Partido Popular Cristiano, que representa a la oposición, se encargó de hacer un informe en el que se calificaba de “falto de liderazgo, efectista e improvisado” al desempeño de Villarán y sus funcionarios.

Como respuesta, la alcaldesa se limitó a señalar que el informe no se ajusta a la realidad y una vez cuestionada acerca de su baja popularidad dijo que “hacer las cosas bien a veces demora un poco”. En este punto, el experto en temas municipales, Julio Castiglioni, señala que en una primera instancia del mandato Villarán se dedica a hacer evaluaciones y análisis del estado en que se recibe la alcaldía y los recursos de la gestión anterior.

Villarán y el ex alcalde

Una de las promesas de la alcaldesa fue auditar al ex alcalde Luis Castañeda Lossio, en ese momento candidato presidencial, quien tuvo más de una investigación por corrupción durante su mandato. Para ella elaborar un informe completo sobre la doble gestión anterior era parte de su “compromiso asumido en campaña”.

El ex alcalde trató de restarle importancia pero luego la acusó de querer favorecer a Alejandro Toledo, también candidato presidencial. Se inició la rivalidad entre ambos y Castañeda se volvió uno de los principales críticos de la nueva gestión municipal. Acusó a la alcaldesa de decir mentiras, de falta de liderazgo y le pidió que se dedique a trabajar para Lima.

Castañeda Lossio cayó en las encuestas presidenciales y culpó a Villarán, y a su informe, de un resultado que en realidad pudo deberse simplemente a una pésima campaña electoral. El ex burgomaestre terminó calificando a los 100 días de la actual gestión municipal como “un fracaso”.

Villarán contra Burgos

El reelecto alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, decidió paralizar la construcción por parte de la Municipalidad de Lima, del Hospital de la Solidaridad en su distrito. ¿El motivo? La falta de licencia de construcción y de ubicarse sobre un relleno sanitario.

Susana Villarán dijo que sí se contaba con dicha licencia y dejaba entrever que la acción tomada por parte del municipio de SJL podía deberse a fines políticos. Ella se refería a la intención de Burgos de volver a su distrito una provincia especial.

Días después, el alcalde Carlos Burgos, fue condecorado por el gobierno. Este hecho, sin duda, llamó a más de uno a pensar que el gobierno de Alan García podría tener injerencia en la disputa por el Hospital de la Solidaridad.

La paralización de la obra le restó ‘puntos’ a Villarán, quien encuentró en Burgos un opositor más a su gestión. Él la acusó de no tener ninguna obra de envergadura en su distrito, de desinformar a la opinión pública y la calificó de “palabrera”.

¿Una valla muy alta?

Al parecer las reiteradas críticas que ha sufrido en los medios la nueva alcaldesa no han sido lo único que ha afectado su popularidad. El alto nivel de expectativa que se generó durante su candidatura, y que no es perceptible hasta el momento, también le ha quitado aprobación. Julio Castiglioni señala que un factor a tomar en cuenta es que los ciudadanos esperan soluciones a corto plazo, lo cual es muy difícil de hacer.

Una vez más sale a la luz el tema de seguridad ciudadana y las personas perciben que esta continúa siendo insuficiente. Esto es casi igual a decir que no se ha hecho nada por mejorarla, lo cual se traduciría en una muestra más de inconformidad, continuó el experto.

Si en un punto coinciden las críticas de la oposición es que califican a la actual gestión municipal como carente de liderazgo. Según las encuestas, los limeños también lo perciben así y ello reduciría aún más la poca aprobación de la alcaldesa

Según la misma Susana Villarán, la poca aprobación “no me quita el sueño” y está concentrada en trabajar por el bien de la ciudad. Uno de sus argumentos a favor es que trabajar sin corrupción de por medio puede extender los tiempos pero hace más segura su labor.

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