Juan Carlos Hurtado Miller, ex ministro fujimorista, se entregó a la justicia el pasado miércoles 13 de abril, luego de haberse mantenido prófugo durante 10 años. El corrupto ex funcionario, recordado por la opinión pública por haber recibido 334 mil dólares de Vladimiro Montesinos durante la campaña municipal de 1998 y por haber robado 4 millones de dólares de la Caja de Pensiones Militar Policial, ha salido a la luz y todos tenemos una sola interrogante.
¿Por qué reaparecer después de 10 años?
Es posible pensar en lo oportuno que resulta su aparición, ahora que se adelantó la entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal. Un código que adhirió los delitos en casos de corrupción a través de las leyes Nº 29574 (publicada el 17 de septiembre de 2010) y Nº 29648 (publicada el 1 de enero de 2011). Pero sobre todo, un código que parece entorpecer los procesos judiciales de corrupción.
El NCPP plantea plazos más cortos donde un acusado puede ser sentenciado o absuelto en 120 días u 8 meses. Luis Vargas Valdivia, ex Procurador Anticorrupción, señaló que “si bien la Ley fue impulsada para garantizar la celeridad en los procesos sobre delitos contra la administración pública, su carácter improvisado es un problema por el cumplimiento de plazos establecidos”. Estos serían riesgosos porque las investigaciones podrían ser archivadas sin siquiera formularse una acusación y sin que haya una investigación previa y fundada.
Los cambios a favor de la “lucha contra la corrupción” impulsados por el gobierno pueden resultar contraproducentes y terminar favoreciendo a la corrupción que dejó el fujimorismo de los noventa; el caso emblemático sería nada menos que el de Juan Carlos Hurtado Miller.
Además, como informó Diario 16, Hurtado Miller, al ser detenido, no fue interrogado sobre el dinero recibido de Montesinos. Su abogado planteó que el caso había prescrito y fue aceptado por la Tercera Sala Penal Anticorrupción Liquidadora. Y aunque actualmente se debate un proyecto de ley que propone la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, es probable que no sea implantado. El proyecto atenta contra los principios del derecho de igualdad de las personas y podría llevar a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronuncie en contra del Perú.
Sin embargo, a pesar de que se trate de un proyecto que no tenga fundamentos por los acuerdos internacionales en los que está inscrito el Perú, si debería ser implantado por las “meneadas” que realizan los corruptos y prófugos dentro de nuestro país. Una "meneada" que va desde las falacias y mentiras de los corruptos fujimoristas hasta la astucia de zorro de Hurtado Miller al aparecer justo en el momento oportuno.
¿Por qué reaparecer después de 10 años?
Es posible pensar en lo oportuno que resulta su aparición, ahora que se adelantó la entrada en vigencia del Nuevo Código Procesal Penal. Un código que adhirió los delitos en casos de corrupción a través de las leyes Nº 29574 (publicada el 17 de septiembre de 2010) y Nº 29648 (publicada el 1 de enero de 2011). Pero sobre todo, un código que parece entorpecer los procesos judiciales de corrupción.
El NCPP plantea plazos más cortos donde un acusado puede ser sentenciado o absuelto en 120 días u 8 meses. Luis Vargas Valdivia, ex Procurador Anticorrupción, señaló que “si bien la Ley fue impulsada para garantizar la celeridad en los procesos sobre delitos contra la administración pública, su carácter improvisado es un problema por el cumplimiento de plazos establecidos”. Estos serían riesgosos porque las investigaciones podrían ser archivadas sin siquiera formularse una acusación y sin que haya una investigación previa y fundada.
Los cambios a favor de la “lucha contra la corrupción” impulsados por el gobierno pueden resultar contraproducentes y terminar favoreciendo a la corrupción que dejó el fujimorismo de los noventa; el caso emblemático sería nada menos que el de Juan Carlos Hurtado Miller.
Además, como informó Diario 16, Hurtado Miller, al ser detenido, no fue interrogado sobre el dinero recibido de Montesinos. Su abogado planteó que el caso había prescrito y fue aceptado por la Tercera Sala Penal Anticorrupción Liquidadora. Y aunque actualmente se debate un proyecto de ley que propone la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, es probable que no sea implantado. El proyecto atenta contra los principios del derecho de igualdad de las personas y podría llevar a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronuncie en contra del Perú.
Sin embargo, a pesar de que se trate de un proyecto que no tenga fundamentos por los acuerdos internacionales en los que está inscrito el Perú, si debería ser implantado por las “meneadas” que realizan los corruptos y prófugos dentro de nuestro país. Una "meneada" que va desde las falacias y mentiras de los corruptos fujimoristas hasta la astucia de zorro de Hurtado Miller al aparecer justo en el momento oportuno.
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