lunes, 20 de junio de 2011

El auto fantástico

La evolución. Gracias al aporte de la ingeniería mecánica en la Fórmula 1, ahora podemos soñar con manejar un coche increíble


La Fórmula 1 es la competición automovilística internacional más popular y la llaman así porque tiende a la perfección de la industria mecánica automotriz. Su existencia va más allá de la competencia entre monoplazas. El aporte económico que actualmente existe en la categoría reina es una estrategia de las casas constructoras de automóviles porque ven en ella, un espacio para realizar un sinnúmero de pruebas y mejoras tecnológicas que a futuro serán instaladas en los carros de hoy en día.



Hace meses se discute la implementación de coches eléctricos en las carreras de F1. Si al final se efectúa esta medida se correrá con coches eléctricos durante la mitad de las 18 fechas que tiene actualmente la competencia más popular del mundo de la velocidad.

En conferencia de prensa, representantes de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) afirmaron que todavía dudan en establecer la regla por pedido explicito de las 11 casas constructoras de la élite automovilística. Sin embargo, tarde o temprano, la medida será instituida, ya que ños atrás garantizaron la seguridad y vida de los pilotos mediante una serie de normas que implantaron, y ahora ¿por qué no afianzar un papel ecológico en el mundo de hoy?

La FIA siempre ha sido un ente crítico y negociador con las casas constructoras que conforman la F1, siempre ha buscado implementar normas que permitan la competencia equitativita entre todas las marcas y siempre ha buscado garantizar la seguridad y el espectáculo en más de 50 años de historia automovilística. Entre las muchas normas que ha implantado últimamente se encuentran: la implementación del sistema KERS (Sistema de Recuperación de Energía Cinética), un sistema que acumula la energía eléctrica del auto y la dispara en un momento determinado para beneficio del piloto y la velocidad de su monoplaza. También la adherencia de vehículos con motores entre 2000 a 2400 centímetros cúbicos (cc), máquinas que cada día poseen más caballos de fuerza; y el blindaje de seguridad que actualmente protege al piloto, una capsula dentro del vehículo que puede desarmarse en sólo segundos sumado a la creación del sistema Hang que se ubica en el casco del conductor y cuida su sistema cervical cuando choca contra una pared u otro monoplaza.

Pero ¿qué de importantes tienen estas implementaciones para el conductor común? Pues son creaciones que seguramente serán instaladas en los coches de 10, 20 y 30 mil dólares que todos querremos comprar. Es por eso que la instauración del coche eléctrico en la F1 sea la mejor prueba para ver de acá a unos años autos eléctricos en todos los hogares del mundo. Un carro soñado que cada día veremos más afianzado en todas nuestras cabezas.

Radiografía de la nave
Era común que la mayoría de monoplazas de la F1 corran a velocidades superiores a los 350 km/h en los circuitos. En el más rápido, el de Monza (Italia), los vehículos podían llegar a superar los 370 km/h. Sin embargo, hace unos años la velocidad de los autos de carreras descendió por normativa de la FIA a utilizar motores con menos cantidad de centímetros cúbicos.

Pero en la persecución de conseguir el auto fantástico, los mecánicos se las ingeniaron para desarrollar la aerodinámica y la ingeniería del automóvil, para así volver a incrementar la velocidad de los coches de Fórmula 1.

Para Yván Villanueva Arias, conductor del programa Auto Sport Perú en la frecuencia modulada de Ovación, la aerodinámica en la F1 persigue principalmente el objetivo de disminuir la resistencia al avance del coche. “Un vehículo de F1 con carga aerodinámica consigue mayores velocidades en curvas. Por lo tanto, con menor resistencia al avance, logra mayores aceleraciones y velocidades máximas.”

El especialista en monoplazas señaló que el estudio que realizaron los ingenieros fue primordial para perfeccionar la conducta aerodinámica del monoplaza: “los análisis de la aerodinámica del vehículo permitieron elaborar planos de velocidades y de presiones con información sobre si el flujo de maniobra del carro provocaba turbulencias a la hora de dar las curvas, por ejemplo. Eso fue fundamental para incrementar velocidades.”

La aerodinámica del auto es una parte influyente a la hora de perfeccionar un coche. Se testea la maniobrabilidad del vehículo y se presta atención a las velocidades que puede alcanzar al tomar las curvas, sin embargo ¿qué sería del monoplaza sin un motor que posea cientos de caballos de fuerza dentro?

Gracias a los ingenieros y a sus experimentos, la potencia de los motores fue en aumento desde 1950 hasta el 2009. Al llegar al siglo XXI los monoplazas llegaron a poseer motores de 3000 centímetros cúbicos. Sin embargo, en el año 2010 la FIA realizó un cambio en la normativa para reducir las velocidades en pro de la seguridad de los pilotos. Con la medida instaurada la FIA confirmó una congelación total de la evolución de los motores, aunque eso no detuvo a los ingenieros.

Los mecánicos redujeron el peso del automóvil y obligaron a sus pilotos a bajar de peso. Además se enfocaron en diseñar un auto eléctrico menos pesado que permitiera ir más rápido al piloto, aún con motores menos potentes.

Superado el problema del motor, las escuderías no se quedaron ahí. Los ingenieros evolucionaron los vehículos añadiéndoles 7 marchas y un preciso cambio semiautomático secuencial. El cambio permitió que el automóvil pierda más peso y, por fin, dejó de necesitar del pedal de embrague para cambiar la relación de transmisión.


El mando
El volante fue otro accesorio que primó a la hora de construir el auto del futuro. Dentro de él configuran múltiples botones electrónicos, tanto de información para el piloto como de control sobre el carro de Fórmula 1.

“Son 30 los botones que el piloto opera durante y posterior a su salida de boxes. 30 botones que te dicen desde cómo parar hasta por donde entrar a la curva. El sistema eléctrico maneja el 80% del auto en la actualidad”, afirmó Yván Villanueva Arias.

El especialista señaló que ahora “el piloto tiene un manual para todos los botones”. Arias Villanueva destacó que el conductor tiene que estudiar cada noche para recordar que botón funciona para boxes y qué botón funciona para el KERS. “Las carreras ya dejaron de ser románticas como en los años 50s. Ahora como en todas las profesiones se requiere de estudio y mentalidad. Por eso no dudes que a futuro nosotros también tengamos que memorizar estos manuales. La Fórmula 1 se ha vuelto un banco de pruebas realizado por las mejores escuderías del mundo y es muy probable que pronto veamos autos con mandos electrónicos.”

Hacia el futuro
Actualmente los carros comunes se operan de manera secuencial, poseen motores cada vez con más caballos de fuerza y su sistema aerodinámico cada día ayuda a conseguir mayores velocidades en las curvas. Todo gracias al automovilismo.

Entre las pruebas tecnológicas, las normas de la F1 y el aporte tecnológico de los mecánicos de las escuderías, el automovilismo se ha vuelto una organización para producir los mejores carros del mundo. Es un banco donde se experimenta con la aerodinámica, con la fabricación de motores, alerones; se implementan mandos eléctricos, secuenciales y ahora, ¿por qué no creer que en un futuro se oficialicen los monoplazas eléctricos?

Yván Villanueva Arias indicó que “habrán carros de competencia eléctrica.” Para el especialista no hay que esperar que los vehículos sigan andando a gasolina. “La competencia eléctrica entrará a la F1.” Y es así, probablemente de acá a unos años las casas constructoras masifiquen sus ventas en las tiendas.

“Quizá de acá a unos 10 diez años veremos todas las implementaciones que efectúa la Fórmula 1 a sus vehículos. Es muy probable que un futuro muy cercano veamos autos eléctricos en las calles y que manipularemos con mandos a botones. Autos que de seguro serán como los carros de los videojuegos”, indicó.

El motor y su evolución

A lo largo de la historia de la F1 las características de los motores han ido cambiando para ajustarse a la reglamentación de la FIA. Desde el año 1950 han sido: 1950-1951 (1500 cc), 1952-1953 (2000 cc), 1954-1966 (2500 cc), 1966-1985 (3000 cc o 1500 cc con turbo), 1987-2005 (3500 cc o 1500 cc con turbo), 2006 - 2009 (2400 cc o 3000 cc) y del 2009 al presente (2000 cc).

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