Cuando pensamos en energía nuclear, lo primero que pensamos es la catástrofe de la central de Fukushima y los efectos negativos que de una diminuta grita en un reactor; pasando incluso por el recuerdo de destrucción que dejó Chérnobil. Sin embargo, más allá de todo el rechazo que puede generar ahora, la energía nuclear es también empleada en áreas como la medicina y agricultura, y está en el Perú.
El Perú cuenta con un reactor nuclear llamado “El Huarangal”. Entre sus diversas funciones, las más importantes son la producción de gammagrafías que se emplean para diagnosticar cáncer y realizar estudios sobre los tejidos humanos. Además, en los laboratorios adyacentes se producen fármacos útiles para la agricultura y el cuidado del medio ambiente.
El ingeniero Rolando Arrieta del Instituto Peruano de Energía Nuclear aseguró que “es necesario contar con todas las fuentes de producción disponibles, tanto con energía nuclear como con las energías renovables.” A pesar que en este momento hay movilizaciones en todo el mundo en contra del desarrollo de la energía nuclear. “Nuestro país tiene la materia prima para ello, ya que cuenta con importantes yacimientos de uranio en la costa, sierra y selva.”
La energía nuclear es una fuente de energía alternativa, que se obtiene de utilizar los átomos de ciertos elementos llamados radioactivos y se busca hacerlos reaccionar de forma controlada. Estos choques liberan una gran cantidad de energía, la cual puede produce vapor de agua y ésta finalmente puede ser utilizada para generar energía eléctrica o mecánica.
Hay dos formas de lograr este gran despliegue de energía, la fisión o fusión de átomos. La fisión consiste en que átomos inestables, “son bombardeados por
pequeñas partículas que actúan como proyectiles, entonces estos átomos se fragmentan en dos partes y liberan en cada reacción dos o tres neutrones, que a su vez impactan en otros átomos de uranio generando una reacción en cadena”, afirma Patrizia Pereyra, física especialista en medición de radiación.
pequeñas partículas que actúan como proyectiles, entonces estos átomos se fragmentan en dos partes y liberan en cada reacción dos o tres neutrones, que a su vez impactan en otros átomos de uranio generando una reacción en cadena”, afirma Patrizia Pereyra, física especialista en medición de radiación.
En la fusión, sucede el procedimiento contrario, es decir dos átomos a altas temperaturas se unen y resulta una alta cantidad de energía. Este proceso se da en forma natural en las estrellas, pero para producirlo artificialmente se necesitan altas temperaturas, por lo que no existen en la actualidad reacciones de este tipo. “Aún se busca un método alternativo para lograrlo, lo que es la “fusión en frío”. La ventaja de la fusión es que no genera prácticamente desechos radioactivos, que si ocurre con la fisión nuclear”, continúa Pereyra.
El costo nuclear
Para poder producir energía nuclear se necesita material radioactivo, como es el caso del uranio o el plutonio. Existen depósitos de uranio natural en diversas partes del mundo, como Australia, Estados Unidos, Canadá y Brasil, entre otros. El Perú también tiene reservas de uranio en el departamento de Puno. Sin embargo, para poder utilizarlo como combustible nuclear es necesario que pase por un proceso de tratamiento, comúnmente conocido como enriquecimiento.
Si nosotros hacemos un kilo de uranio, la energía que libere será igual a la de un millón de kilos de dinamita. Asimismo, la energía eléctrica que podría dar un kilo de uranio es equivalente a millones de kilos de petróleo. Un reactor nuclear usa un poco de uranio y eso genera cien megavatios durante un año. Para producir la misma cantidad de energía en esa planta tiene que quemarse un tanque de petróleo cada hora durante un año.
Para Arrieta, los riesgos existen y existirán siempre, dijo y el caso de Fukushima es un ejemplo de ello, sin embargo, “hay que tratar el tema de la energía nuclear con menos apasionamientos y más racionalidad y eso solo se conseguirá si comunicamos a la población sobre sus beneficios y aplicaciones pero también sus riesgos”.
El ministro del Ambiente, Antonio Brack, afirma que para el 2040 la matriz energética peruana deberá basarse en un 66% en energías renovables procedentes de fuentes hídricas, eólicas y solares. “El Perú debe buscar la generación de nuevas fuentes de energía para crecer y generar riqueza que pueda, a su vez, llegar hasta la población de los pueblos más alejados del país”. Sin embargo, no menciona el desarrollo de la energía nuclear.
Mejor malo conocido que bueno por conocer
Por otra parte, los combustibles fósiles han traído muchas consecuencias negativas para el planeta. El petróleo seguirá siendo la fuente de energía predominante en los próximos 50 años, afirma el Banco Interamericano de Desarrollo. Otra de sus cifras anuncia que el consumo energético a nivel global aumentará un 30% para el año 2030. El Perú es uno de los países más expuestos al cambio climático y la opinión pública habla de desarrollar nuevas fuentes de energía.
Cuando se quema petróleo, se libera una gran cantidad de toneladas de carbono.”Los más nocivos son el óxido de nitrógeno y óxido de sulfuro, que al estar en contacto con la humedad del ambiente se convierten en ácido sulfúrico y nítrico, que son supercorrosivos.”, afirma Pereyra.
Eliminar las emisiones de CO2 en la producción de electricidad es importante si se quiere luchar contra el calentamiento global.El estudio del BID subraya que la obtención de electricidad es “la mayor fuente de dióxido de carbono” y la que hace que sus emisiones crezcan más rápido.
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