Malas costumbres

El imperio del egoísmo en el fútbol peruano

A pocas horas de la final de la Copa Libertadores Sub 20, cabe reflexionar sobre ciertas actitudes tomadas a partir del hecho de que uno de los equipos que la jugará será Universitario de Deportes.

Es bien sabido que la clásica rivalidad entre la "U" y Alianza Lima divide a los fanáticos en dos irreconciliables bloques. No es mucho lo que se puede hacer para evitar que esta realidad cambie, aunque sí evitar y condenar actos de violencia y delincuencia entre ambos. Pero lo que sí resulta inadmisible es que los dirigentes de los clubes adopten las mismas posturas que los fanáticos, en vez de mostrar profesionalismo y no incentivar a enardecer dicha rivalidad que ya bastantes muertos ha producido a lo largo de los años.

En un histórico episodio en nuestro fútbol, Universitario de Deportes y Alianza Lima se enfrentaron en la semifinal de la Libertadores. Nunca antes había sucedido algo parecido: dos equipos peruanos entre los mejores de sudamérica y, encima, los dos más emblemáticos. Tras un empate bastante justo, el resultado se definió por tanda de penales. Universitario logró el pase a la final. Para el disguto de una mitad del Perú y para la alegría exacerbada de la otra.

Ante esto, el técnico de Alianza Lima, José Soto, declaró a la prensa que que les dijo a sus muchachos que esta derrota no debía desanimarlos porque, después de todo, ellos fueron los que jugaron mejor, atribuyéndo la victoria por penales de Universitario a un capricho del destino.

¿No conforma esto una provocación directa a la hinchada del equipo crema? ¿No se exageradamente irresponsable compartir esta información con la prensa que pase a ser de dominio público?

Estas declaraciones rápidamente han hecho eco por todos los medios especializados. Además de demostrar ser un mal perdedor, el técnico incentiva posibles represalias por parte de los fanáticos de la "U" hacia el club blanquiazul, lo que podría traducirse en violencia, más si se toma en cuenta el mellado honor de los hinchas íntimos al haber sido derrotados por su histórico rival y haberse perdido la posibilidad de hacerse del trofeo más importante de fútbol de esta parte del continente.

Esperemos que la "U" campeone para bien de neustro orgullo nacional y para que se deje en el olvido estas infortunadas palabras.