lunes, 27 de junio de 2011

Familia con onda


Los Flores Burgos, de orígenes trujillanos, llegaron a Bagua para crear la única radio local con fines sociales. Nos cuentan cómo se sostiene este negocio familiar.



'La Voz' de Bagua Grande es conocida como el estandarte de la libertad de expresión, luego de los sucesos del 5 de junio de 2009. La razón: haber luchado tenazmente por sus derechos ante un cierre arbitrario, ordenado desde el gobierno central.

Se le acusó de azuzar a la población en la cobertura de los hechos, lo que ha sido desmentido por ellos mismos y por numerosos organismos nacionales e internacionales. Lo positivo de su lucha: Haber sido apoyada por instituciones, que valoraron su labor, y gozar ahora de mayor reconocimiento por su trabajo periodístico.

Carlos Flores, el fundador

Carlos Flores Borja, piurano de nacimiento y trujillano de adopción, recorría ciudades europeas como París, Praga y Moscú a sus cortos 20 años. Al ser dirigente estudiantil en la universidad fue invitado para un curso por la República Checa; se quedó más de lo pensado (tres años), pero finalmente regresó al Perú. En Lima estudió sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabajó junto a Henry Pease, en asentamientos humanos de Villa María del Triunfo. También fue uno de los promotores en el nacimiento de Villa el Salvador.

Su vida estuvo durante muchos años dedicada al servicio y al trabajo social. Ya con familia, y de vuelta a Trujillo, fundó junto a colegas sociólogos la ONG CYDENOR, y las primeras labores las realizó en la vecina región de Amazonas, específicamente en Bagua donde se encuentra hasta el día de hoy.

La pobreza en la que vivía el pueblo, su enorme potencial en agricultura y su inexistente agroindustria hicieron que el tenaz Flores deseara establecerse en el pueblo y trazar proyectos a futuro. “Había mucho por hacer”, recuerda.

Ondas con historia

Corría el año 1992 y en Bagua Grande no había ningún canal de televisión. No fue hasta que la Cámara de Comercio, encabezada por Flores Borja, pidió a los empresarios locales que compraran la señal de Frecuencia Latina, que los pobladores de Bagua Grande pudieron tener acceso al medio audiovisual. Esto, a su vez, les permitiría ofrecer espacios para una programación local.

Así, salió al aire el primer noticiero local, conducido por Tania Flores Burgos, su primogénita. Sin embargo, el tiempo se encargó de mostrarle la realidad: eran muy pocos los pobladores que tenían acceso a la televisión. La radio, en cambio, era un medio mucho más cercano a los agricultores, los maestros y los ronderos campesinos, personas con quienes Carlos Flores había estrechado vínculos en su labor social.

Decidido a incursionar en el mundo de las ondas radioeléctricas, alquiló numerosos espacios en radios de la ciudad, como Galaxia y Caravana. Pero debido a que apostaban por la discusión y opinión política, los gobiernos locales que se veían criticados, los amenazaban continuamente. Las radios locales se negaron a seguir brindándoles espacios, bajo la premisa de que “causaban muchos problemas”.

Frente a la necesidad de comunicar e informar a la población de acuerdo a sus principios, el año 2005, los esposos Carlos Flores y Doraliza Burgos decidieron empezar con los trámites para fundar su propia emisora radial: La Voz de Bagua Grande. Luego de un engorroso proceso administrativo, que duró cerca de dos años, y gracias a numerosos esfuerzos la radio pudo salir al aire el 2007.

¿Radio local, comunitaria y comercial?

'La Voz' es una emisora local, pues su corto alcance sólo cubre algunos distritos de la provincia de Utcumbaba. Además se encuentra registrada dentro de las radios comerciales, aunque exista una gran diferencia con las demás: Es la única radio en toda la región Amazonas que ofrece espacios educativos dentro de su programación.

Se le puede calificar también como una radio comunitaria, pues está muy ligada a la población y también comprometida con los problemas locales. “En una población pasan muchas cosas positivas, las cuales sacamos al aire. Un medio de mayor alcance no podría encargarse de eso”, afirma Carlos Flores.

¿Pero qué se necesita para abrir una emisora local? Aparte de los trámites de rigor, que significan un gasto de alrededor de 10 mil soles, es vital una inversión mínima de 30 mil soles para los equipos básicos. Actualmente, es aún más complicado abrir una emisora, pues según las leyes vigentes, de presentarse más licitantes que espacios radioeléctricos, estos serán ofrecidos a los postores que paguen más.

Radio 'La Voz' funciona con un equipo básico de tres computadoras, un par de teléfonos, tres micrófonos, el tablero electrónico y una planta de transmisión ubicada en Las Brisas, que sirve para los enlaces con la cabina. Se trata de un enlace interno, auxiliar y muy útil para transmisiones en vivo con corresponsales que se encuentren en otros puntos de la provincia.

'La Voz' al aire

El mantenimiento de la radio, de los conductores y los espacios se apoya en la publicidad, en el avisaje que contratan comerciantes y autoridades locales. Radio 'La Voz' tiene, a la fecha, suficiente avisaje para mantenerse al aire sin necesidad de alquilar espacios a terceros. La municipalidad de Utcumbaba, el gobierno regional de Amazonas y pequeños comercios anuncian frecuentemente y a un precio módico.

La reciente época de elecciones también generó un buen aporte a las arcas de 'La Voz': postulantes locales al congreso y candidatos presidenciales transmitieron su propaganda en la emisora. No se podía rechazar la publicidad de otros candidatos, pero la radio no sacrificaba de ninguna manera su línea editorial.

Si bien radio 'La Voz' no se rige solamente por las normas del libre mercado (ofrece libremente espacios educativos a profesores de la UGEL y a escolares que tienen su propio programa sobre ecología sin cobrarles un centavo), es según la ley una radio comercial. La división solo comprende radios comerciales y educativas. A estas últimas la Constitución brinda numerosos beneficios, entre ellos la exoneración total de impuestos.

Sin embargo, radio 'La Voz' no paga el IGV, pues en toda la selva peruana se exonera a los empresarios de dicho tributo. Justo, al fin y al cabo, pues la emisora es la única en toda la región que se preocupa en trabaja numerosos proyectos sociales a favor de la comunidad y les da espacios en su programación.

Programas ‘Derecho sin nombre’, a cargo de APRODEH, donde se discuten temas relacionados a los derechos humanos, o ‘Conservando lo nuestro”, programa dirigido por escolares locales sobre la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, son algunos ejemplos.

En todo Amazonas, Carlos Flores calcula que existen, operativas, 50 radio emisoras, 30 de las cuales son clandestinas, es decir funcionan sin los trámites legales aprobados.


La dedicación viene de familia

Carlos Flores Borja tuvo 5 hijos, todos nacidos en Lima. Sin embargo, apenas pudo, volvió con su familia al Trujillo de su juventud. Fue en la ciudad de la primavera en la que todos sus hijos crecieron, pero cuando su padre se trasladó a Bagua, poco a poco, el resto de la familia lo siguió.

Tania, su hija mayor estudió educación y no era muy afín al mundo de las comunicaciones, por lo que no colaboró mucho en la creación de la radio. Sin embargo, su hermana Leyla sí se involucró por completo en el proyecto, tanto así que uno de los programas más influyentes ‘Informativo La Voz’ era conducido por ella y su padre. 

Leyla también se encarga de la publicidad y el marketing, necesarios para la subsistencia de la radio.  Además es la responsable de las cobranzas y los trámites relacionados con el municipio.

José Carlos también siguió el oficio periodístico desde muy joven. Fue corresponsal y camarógrafo de guerra para el Ejército y no dudó en emprender el camino del reporterismo radial. Fue él quien cubrió el enfrentamiento fatídico del 5 de junio en La Curva del Diablo, enlazado en vivo con La Voz.

Hasta la actualidad sigue trabajando como reportero de la radio familiar, pero combina esta labor con la conducción de un programa propio en la filial de Panamericana radio en Bagua Grande y como redactor principal y fotógrafo en el diario local Ahora. Es el que más ha desarrollado la carrera periodística.

Léiter es el  experto de la familia  en el manejo de equipos, él es quien maneja los controles en cada uno de los programas radiales. Tiene también su programa propio: “Onda Tropical”, donde es DJ, operario y  responsable del mantenimiento del hardware. Marco Antonio, el último de los Flores Burgos, también ayuda en la radio, pero generalmente apoya como DJ.

Por último, el matrimonio que orquesta este negocio familiar: Doraliza Burgos es la propietaria y la administradora general. A través de todos estos años se ha encargado de mantener el negocio familiar sobre ruedas. “Ella es muy metódica y bastante estricta, sólo ha así hemos podido seguir avanzando”, afirma sonriendo José Carlos.

Y Carlos Flores, quien tranquilamente podría ser llamado el patriarca del clan radial de Bagua Grande, es quien produce periodísticamente y conduce las seis horas que la radio dedica a programas informativos y de debate.

El secreto

La clave para que la radio se auto sostenga, en palabras del mismo Carlos Flores, radica en que no tienen la necesidad de contratar a periodistas, operadores ni locutores. Él mismo, junto a sus hijos y algunos representantes de ONGs son quienes trabajan y desempeñan todos los roles necesarios.

“Este un caso peculiar” sostiene José Carlos, su hijo mayor. Y se refiere a que son muy pocas las familias las que comparten tantos intereses y objetivos. Señala que su padre es quien les inculcó el compromiso social y a ser consecuentes con sus actos, a la par que los formaba en el campo de las comunicaciones.
 

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