lunes, 20 de junio de 2011

Desapare-Ciro



El caso de Ciro Castillo Rojo es un acontecimiento especial. Desapareció el tres de abril mientras caminaba por el Madrigal, en el Valle del Colca con una chica, Rosario Ponce. Desde ese día los medios no han dejado de seguir su historia.

Resulta extraño que la prensa le preste tanta atención a este suceso. Resulta más extraño aún que lo haga por tanto tiempo. ¿Qué vieron en este hecho que les pareció tan llamativo? ¿Qué hace que los diarios publiquen y la gente lea lo mismo, día tras día?

Esto es una novela. Mínimo una serie de suspenso. Él, desaparece misteriosamente. Ella, es la última que lo vio vivo. La última que habló con él, que estuvo con él. Ella no sabe que pasó. ¿Realmente no lo sabe? Entonces empiezan las sospechas.

Un súper equipo de producción se despliega. Buscadores profesionales, extranjeros y nacionales. “Sinchis”. El ejército, la policía, fiscales, perros de rescate y pobladores. Todos quieren encontrar a Ciro. La madre llora cada semana en pantallas. La “sospechoza” clama inocencia cada día. Ni un día, ni un solo día la prensa deja de seguir esta historia.

No hay diario, ni los más chichas ni los más serios que hayan pasado por alto el tema. ¿Pero es acaso Ciro el único desaparecido? ¿Cuántas madres más lloran un hijo en este momento porque no saben dónde está? ¿A todos los ausentes les dan lo mismas cobertura?

Seamos honestos. Difícil que a los editores y reporteros les importe realmente si Ciro está vivo o no. La verdad es que la historia vende. Y vende más porque a diferencia de “María la del barrio” o “Sin tetas no hay paraíso”, esto es real. Y la realidad siempre supera la ficción.

Y entonces se hacen cronologías, infografías, reportajes cada fin de semana, viajes, consultas con expertos, entrevistas. Lo mismo. Cada día, cada semana. Y siempre hay algo nuevo en la historia y todo vuelve a empezar.

La cobertura que los medios le dan a este caso ayuda sin lugar a dudas a la familia de Ciro a mantener viva la esperanza, ya que probablemente, si no fuera por la envergadura que la prensa le ha dado a la historia, jamás tantos esfuerzos se hubieran volcado en encontrarlo y habrían abandonado su búsqueda hace mucho tiempo.

Todos, como la familia, queremos encontrar a Ciro. No porque conozcamos a Ciro, si no porque sabemos su historia. Todos queremos saber en qué va a acabar. Si está vivo, si está muerto, si lo mataron, si se murió. La pregunta es, ¿cuando los medios decidirán que ha muerto?


1 comentario:

  1. La novela tiene para rato con la investigación de la fiscalía por homicidio simple.... pobre Ciro aún no pude descansar en paz....

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